Alicia

De vez en vez, Alicia abre los ojos temerosa a lo que verá frente a sí,
sin embargo se llena de coraje y atraviesa el espejo,
donde todo el mundo es al revés, o en su caso al derecho del revés
Cuando recuerda las peripecias de un blanco conejo y sus prisas
o escucha las absurdas palabras del Sombrerero y su compañero
recuerda que en este mundo el absurdo se desvanece para caber afuera del espejo.
Quizás mira un retrato viejo y un joven hombre con un cariño que no comprende,
o las mil y una noches volar sobre hojas de papel;
las peripecias de Mr. Gog y sus afanes de conocer,
a un perfumista que quiere sentir amor y por los rincones
Doctor Jekill y Mr Hyde charlan en el cafetín.
Que si los relojes de Dalí escurren el tiempo o se ablandaron de ansiedad,
que si los rostros blancos y los amantes que escapan a todo fueron amigos.
Que si el laberinto o el jardín de infintos senderos
donde florecen las rosas de interminables pétalos, donde
se juega al "me quiere, no me quiere" sin fin.

No lo sé, simplemente soy Alicia
extranjera en este país, desmaravillado u ojeroso
con un montón de signos que se vuelven rocas, lluvia, aromas o amor.

¡Alicia, Alicia! me gritan para despertar de mi ensueño,
sin darse cuenta que los que sueñan son otros, no yo.