domingo, junio 17

la vida, ese elixir que se derrama sobre mis suaves sábanas
donde vivo, dormida en brazos de un dios, el amor
a boca abierta que pide un bocado más, un bocado de cuerpo,
de sangre, del fluir repentino y liberador de fantasmas
donde asomo tranquila mis mejillas esperando ser descubierta
en una larga agonía que no cesa mientras mis manos tengan vida

Oda, oda a la alegría de parir nueva vida
albricias que traen de regreso el anhelo colmado de bríos
de nuevos e inimaginados deseos
donde un suspiro me descubre como tierna víctima
que camina incierta sobre los últimos días de la añeja
y quebradiza duda sobre la existencia misma.

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