jueves, julio 23

Comienzo a cansarme...
curiosamente a penas comienzo.
Debería estar harta desde hace tanto tiempo,
y sin embargo sigo sentándome a ver la lluvia caer,
a mirar los coches pasar,
a oler el aroma de la rosa,
a tocar las texturas de las cosas.

Pero creo que ya no puedo más.

Hace tantos años, o tan pocos;
en realidad no existe el tiempo como tal,
solo un montón de imágenes de algunas cosas que sucedieron,
un tanto de culpa por otras que debieron suceder.

Me siento tonta, como si esperara con ansia al cartero en el portal
sabiendo que jamás ha de llegar carta para mí.
¿Cómo va a ser si nadie conoce mi paradero?

Así que recogeré mis pocas memorias,
un par de zapatillas y tal vez un vestido o dos;
partiré, a donde sea, cualquier lugar es bueno, ¿qué sé yo de nada?,
nada sé.

Sin embargo, me cansé de esperar.
Por eso me iré.

P.S. No dejo dirección.