sábado, abril 14

Diario íntimo (o epístola a san juan)

Y se elevó por entre las tinieblas,
siendo uno hombre y bestia.
M.Daly Apocaliptícas

"Nosotros oímos, de él mismo, su mensaje
y se anunciamos a ustedes:
que Dios es luz y en él no hay tinieblas."
1 Jn 1,5




No hay mas en estos días que mirar a la ventana, es idílico decir que llueve allá afuera, que me duele el corazón, que tengo algo que decir.

Es mentira.

Sólo descubro que mirar a la ventana me produce nauseas, que mis ojos no miran nada nuevo, que ver es una aburrida tarea para quien padece ceguera por la cotidianeidad.

Sería un gusto grande (para ti lector) decir que soy María Magdalena versión 2K, pero no tengo espíritu de sacrificio, estoy enferma de egoísmo y me da la gana seguir así.

Que si debo tomar este o aquel medicamento, da igual, lo que tengo no lo cura ni el rabino, ni el santo obispo, me pulsa un deseo en varias partes del cuerpo, me marea y de pronto todo da vueltas como en carrusel macabro.

Desvarío de dos a cuatro, de cinco a siete tengo sueños donde aparece gente que no quiero recordar, de diez a catorce deambulo como pretendiendo que no pretendo, de ahí en más amnesia total (psiquiátrica). Dices que amas mi sonrisa, y noto el esfuerzo tan grande cuando tratas de hacerme sonreir, mejor olvídalo, es perder el tiempo, sonrío al pasado, al olvido y a la melancolía que se sientan frente a mí a jugar cartas. Apuesto mi destino a que esta vez ganaré.

Y ella se ha vuelto una ramera, y vaya que va de rama en rama, ya se viste de amarillo, ya de carmín, se vuelve gitana y después habla en inglés, que si dice poco, que si dice nada, en realidad. Lo evidente es que está hueca, es un cascarón vacío.

Mira bien lo que brota de mis manos: ¡Él te ha castigado!, ramera, ahora eres infértil.

No sé si la perdonaré mañana, hoy veo que es una pajarita, ¡ramera, ramera!

Y tú: ¿Qué me miras?, pobre imbécil, tratando de cumplir tus sueños pubertos de sentirte omnipotente.

Hay una nueva palabra en mi vocabulario: omnisciente. Omniscientemente monstruoso.

Río.

Sé que no entiendes un pito de esto; ya lo verás, tarde o temprano. Ganaré.

viernes, abril 13

che sarà

¿Qué será señor?
¿Qué será que la vida ya no me sabe igual?
¿Que será que los minutos son centurias
y la cordura se columpia de las paredes de la insanidad?

Te diré que será:
Será que estoy otra vez aburrida.

Aún sigo esperando...