No lo puedo evitar. Debo quejarme,
me es natural y necesario.
Esto de los "blogs" no termina de funcionar a mi antojo.
Pero debo recurrir a ellos.
Si alguien fuera tan amable de hacerlos más prácticos y adecuados a mi antojo, Dios lo recompensaría con la gloria eterna, pues yo soy su hija mas amada.
En fin.
Que comience
la función.
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